El aumento de la productividad de las glándulas sebáceas y la tendencia al acné tardío suelen ser hormonales y pueden estar desencadenados por diversos factores. Aquí encontrará un resumen de los posibles factores que influyen como causa del acné tardío.
Predisposición genética
La piel propensa al acné puede ser en parte hereditaria. Aunque no parece existir un gen específico que favorezca el desarrollo del acné, los genes desempeñan un cierto papel. La genética puede, por ejemplo, influir en la eficacia con la que el sistema inmunitario se defiende del Propionibacterium acnes.(2) Esta bacteria forma parte natural de la flora cutánea, pero también puede favorecer los signos del acné si se coloniza en exceso. Los estudios también indican que la tendencia al acné tardío es mayor si los padres o hermanos también se vieron afectados por acné tardío(3).
Cambios hormonales
Un cambio en el equilibrio hormonal del cuerpo también puede desencadenar signos de acné hormonal tardío en la edad adulta. Puede tratarse, por ejemplo, de un embarazo, la interrupción de la píldora o la menopausia. Estas influencias suelen provocar un desequilibrio entre las hormonas sexuales, más concretamente, entre los estrógenos femeninos y los andrógenos masculinos. Un exceso de andrógenos favorece una mayor actividad de las glándulas sebáceas.
Dieta desequilibrada
Una dieta desequilibrada también puede ser causa de acné tardío en determinadas circunstancias. Una dieta rica en azúcar, por ejemplo, hace que el nivel de azúcar en sangre aumente rápidamente. Se supone que esto aumenta la liberación de la hormona andrógeno. Esto puede conducir a una producción excesiva de sebo, que a su vez puede causar signos de manchas en la piel. También se sospecha que el consumo de leche es un posible desencadenante de las manchas cutáneas.
Estrés físico y emocional
El cuerpo humano reacciona de forma muy sensible en situaciones de estrés, lo que significa que las manchas cutáneas también pueden aparecer durante el estrés físico y emocional. En situaciones de estrés, el organismo libera las hormonas del estrés cortisol y adrenalina, que estimulan la producción de sebo(4). Además, se ponen en marcha procesos inflamatorios que también favorecen el desarrollo del acné.
Cuidado de la piel incorrecto
Cuando aparecen las primeras líneas finas y arrugas en el rostro, muchas mujeres recurren a un régimen de cuidado de la piel más rico. Sin embargo, según el tipo de piel, las cremas grasas pueden cuidar la piel en exceso: los poros se obstruyen y se favorecen los signos de las imperfecciones. Los llamados ingredientes comedogénicos también tienen este efecto sobre la piel.
Estilo de vida poco saludable
Los estilos de vida individuales también pueden tener un efecto visible sobre la piel. Se sospecha, por ejemplo, que la nicotina favorece la aparición del acné. Sin embargo, aún no se ha demostrado científicamente una relación clara y la situación de los estudios es contradictoria. No obstante, es posible que dosis elevadas de nicotina provoquen una queratinización excesiva de las células de la piel. Además, el humo del tabaco contiene sustancias que favorecen los procesos inflamatorios.(5) Otros factores como el alcohol o la falta de sueño también pueden influir en el aspecto de la piel, debilitar la barrera protectora cutánea y desencadenar o intensificar los signos de inflamación.
Ingredientes de los medicamentos
Tomar ciertos medicamentos también puede favorecer los signos del acné tardío. Entre ellos se encuentran los antibióticos, los esteroides anabolizantes, los psicofármacos y los neurolépticos. Por lo tanto, en algunos casos puede ser aconsejable hablar con el médico para cambiar la medicación.