A medida que el cuerpo y el organismo se adaptan a este período fisiológico condicionado por variaciones hormonales, ocurren cambios tanto físicos como psicológicos. Los síntomas, la edad de iniciación y la duración de la etapa perimenopáusica no es igual entre las mujeres. Sin embargo, lo que sí es un hecho son las siguientes alteraciones que presentarán:
Sequedad en la piel y labios
Los bajos niveles de estrógenos generan, a su vez, bajadas en la producción de colágeno. Ante esto, la piel se vuelve más delgada, siendo más propensa a arrugas, y pierde la capacidad de retener la humedad, por lo que se seca con más rapidez. Según estudios dermatológicos, la dermis de la mujer pierde aproximadamente un 30% de su colágeno durante los primeros cinco años de perimenopausia.
Establecer un correcto cuidado facial diario es vital para evitar el envejecimiento de la piel y mantener el rostro hidratado es fundamental en esta etapa. Neovadiol, crema de día reafirmante y redensificante peri-menopausia de Vichy, está indicada para pieles que atraviesan la perimenopausia, ayudando a suavizar y redefinir el contorno, al tiempo que mejora la elasticidad. Su composición con ácido hialurónico rellena las arrugas y rehidrata la piel, mientras el proxylane y el extracto de cassia mejora los signos de envejecimiento.
Ciclos menstruales irregulares: muy comunes en la perimenopausia
Cuando notes que tus días menstruales duran poco, se alarguen o tarden hasta dos meses en aparecer, puede ser que estés perimenopáusica. Esto sucede porque la ovulación es cada vez menos frecuente debido a la disminución de estrógenos y progesterona. Asimismo, también puede haber variaciones en el flujo. Algunos meses las mujeres experimentan sangrados ligeros y otros muy abundantes.
El desequilibrio será el que te asegure si estás en la fase temprana o avanzada, de acuerdo a la irregularidad de la regla. Una vez que hayan transcurrido 12 meses seguidos sin ningún tipo de sangrado menstrual, probablemente habrá iniciado la menopausia.
Sofocos y sudores
Los bochornos y golpes de calor son típicos a lo largo de esta transición. Aparecen de repente como una abrumadora e intensa sensación de calor, generalmente alrededor de la cara y el pecho. También provocan transpiración y taquicardia. Suelen ocurrir con menos frecuencia en las noches, provocando que despiertes empapada en sudor. Todos ellos son claros síntomas de la perimenopausia.
Cambios de humor
Al tratarse la perimenopausia de alteraciones hormonales paulatinas, los cambios del estado de ánimo, la irritabilidad, ansiedad o depresión son síntomas bastante frecuentes. En estos casos, lo recomendable es hacer ejercicio para liberar el estrés y la ansiedad acumulada. Asimismo, se aconseja practicar pilates en la menopausia por sus innumerables beneficios, que también se puede hacer durante esta fase.
Sequedad vaginal o atrofia urogenital: otro síntoma físico de la perimenopausia
Los bajos niveles de colágeno y estrógeno, así como la disminución de la ovulación, causan adelgazamiento, resequedad e inflamación de las paredes vaginales. Esto puede provocar picazón, molestia y dolor durante las relaciones sexuales. Incluso, puede hacerte más vulnerable a infecciones urinarias o vaginales.
Migrañas y problemas de memoria
Los dolores de cabeza son uno de los síntomas más frecuentes y molestos de la perimenopausia. Por su parte, la función cognitiva que permite la concentración se ve afectada por las alteraciones hormonales, el insomnio y los sofocos. Así que no te preocupes si te vuelves un poco olvidadiza. Los especialistas afirman que los problemas de atención son normales y no permanentes.