La piel tersa es sinónimo de juventud, salud y vitalidad. Suave, firme y flexible, refleja un buen cuidado y protección frente a factores externos e internos que pueden dañarla. Aunque la pérdida de tersura es parte natural del envejecimiento, existen múltiples formas de mantenerla y potenciarla, desde hábitos saludables hasta una rutina adecuada de cuidado facial. En este artículo, exploramos qué significa tener una piel tersa, por qué la perdemos y qué puedes hacer para preservarla por más tiempo.

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